jueves, 1 de mayo de 2025

Pluteus atromarginatus

 La microscopía de Pluteus atromarginatus se caracteriza por sus esporas lisas de forma elipsoidal, basidios tetraspóricos, queilocistidios con pigmento marrón en el borde de las láminas y, de manera muy distintiva, pleurocistidios grandes y de paredes gruesas con varios "cuernos" apicales. La presencia de fíbulas también es un rasgo importante. Estos detalles microscópicos, combinados con las características macroscópicas como el sombrero marrón oscuro y los bordes negros de las láminas, hacen que Pluteus atromarginatus sea una especie fácilmente reconocible bajo el microscopio.

Pluteus atromarginatus presenta una microscopía fascinante, con varios elementos distintivos que ayudan en su identificación:

Esporas:

  • De tamaño mediano, generalmente entre 6-8 x 4-5 µm.
  • De forma elipsoidal a subelipsoidal, a veces descritas como ampliamente elipsoidales o incluso con forma de lágrima (lacrimoides).
  • Superficie lisa y paredes delgadas.
  • Hialinas (translúcidas) en KOH y a menudo contienen varias gotitas de aceite (uni- a multigutuladas).
  • No amiloides, lo que significa que no reaccionan con el reactivo de Melzer.
  • El apéndice hilar (la zona de unión al basidio) es conspicuo.
  • El depósito de esporas es de color rosa a marrón rosado.

Basidios:

  • Tetraspóricos, lo que significa que producen cuatro esporas cada uno.
  • De tamaño variable, típicamente entre 28-35 x 7-8.2 µm.
  • Hialinos (translúcidos) y con forma claviforme (de maza).

Cistidios:

  • Este hongo presenta dos tipos de cistidios distintivos: queilocistidios y pleurocistidios.

    • Queilocistidios: Se encuentran en el borde de las láminas (branquias).

      • Son cilíndricos, claviformes o subcapitados (con una pequeña cabeza).
      • Pueden medir hasta 50 x 10 µm.
      • Tienen paredes delgadas y a menudo contienen pigmento marrón en su interior, lo que contribuye al color oscuro del borde de las láminas.
    • Pleurocistidios: Se encuentran en la cara de las láminas.

      • Son metuloides, lo que significa que tienen paredes gruesas, especialmente en su parte apical.
      • Inicialmente tienen forma lageniforme (de botella), pero desarrollan de 2 a 5 (típicamente 2-4) proyecciones o "cuernos" apicales o subapicales. Estos cuernos a veces pueden estar bifurcados.
      • Son bastante grandes, midiendo entre 50-100 x 10-25 µm.
      • Son hialinos (translúcidos) en KOH.

Pileipellis (cutícula del sombrero):

  • Está formada por hifas postradas, paralelas a la superficie del sombrero.
  • Las hifas pueden estar dispuestas de forma más o menos laxa.

Trama 

  • Es inversa, una característica del género Pluteus. Esto significa que las células de la trama divergen hacia el himenio (la capa fértil que recubre las láminas).

Fíbulas 

  • Presentes, lo cual es una característica importante para la identificación.




Gymnosporangium sabinae

 

El Gymnosporangium sabinae, hongo causante de la roya del peral, tiene un ciclo de vida fascinante que involucra dos huéspedes diferentes. Su reproducción se completa en varias fases:

Fase 1: En el huésped Juniperus (enebro o sabina)

  1. Teliosporas: El hongo pasa el invierno en forma de agallas en las ramas del Juniperus. Con la llegada de la primavera y las lluvias, estas agallas desarrollan unas estructuras gelatinosas de color naranja brillante llamadas teliosporas. Estas teliosporas son dicarióticas (contienen dos núcleos haploides).

  2. Basidiosporas: Cuando las condiciones son húmedas, las teliosporas germinan y cada una produce cuatro basidiosporas haploides a través de meiosis. Estas basidiosporas son liberadas al aire y dispersadas por el viento.

Fase 2: Infección del huésped Pyrus (peral)

  1. Infección primaria: Si las basidiosporas aterrizan en hojas jóvenes o brotes de un peral susceptible durante condiciones de humedad, germinan e infectan el tejido vegetal.

  2. Espermacios e hifas receptivas: En las hojas del peral infectado, se forman pequeñas estructuras llamadas espermogonios en la superficie superior de la hoja. Estos espermogonios producen espermacios haploides (células sexuales masculinas) en un líquido azucarado que atrae a los insectos. En la parte inferior de la hoja, debajo de la infección, se desarrollan hifas receptivas haploides (estructuras femeninas).

  3. Fertilización: Los insectos, atraídos por el líquido azucarado, transportan los espermacios de un espermogonio a las hifas receptivas de otra infección. Se produce la plasmogamia, la fusión de los citoplasmas, lo que lleva a la formación de células dicarióticas.

  4. Aeciosporas: A partir de las células dicarióticas, se desarrollan unas estructuras en forma de copa en la parte inferior de la hoja del peral llamadas aecios. Dentro de los aecios, se producen gran cantidad de aeciosporas dicarióticas. Estas aeciosporas son liberadas al aire.

Fase 3: Reinfección del huésped Juniperus

  1. Infección secundaria: Si las aeciosporas aterrizan en hojas o ramas jóvenes de un Juniperus susceptible, germinan e infectan el tejido, formando nuevas agallas. Dentro de estas agallas, el hongo crece como un micelio dicariótico, listo para producir teliosporas en la siguiente primavera, completando así el ciclo.

Podriamos resumir que el Gymnosporangium sabinae requiere de la interacción entre dos huéspedes distintos para completar su ciclo de vida, alternando entre la producción de diferentes tipos de esporas en cada uno de ellos.